Queremos celebrar el mes de la madre presentando a una madre y artista multifacética: Marcela Guanciarrosa

Marcela Guanciarrosa tiene 62 años y es una artista visual autodidacta que comenzó a pintar alrededor de los 40 años, originalmente para la familia y en familia, hasta que un día su impulso creativo pudo más y el camino la llevó a dedicarse al arte de manera profesional.

“El arte representa para mí un estilo de vida, independientemente de la forma que encuentre de plasmarlo. Es una energía que está disponible para que podamos tomarla.”

Entre sus obras, destaca "Mujer Mágica", una pieza de 100x100 cm con la cara de una mujer que trascendió su esencia artística y se convirtió en un proyecto de conexión y transformación.

"Cuándo la pinté inicialmente no tuvo nada de especial, pero ella sola fue tomando un rumbo inesperado. La idea de darla en 'adopción temporal' surgió de la necesidad de compartir mi arte con el mundo y crear un vínculo con las personas", explica Marcela. "La obra viajó por diferentes hogares, instituciones y colegios, creando una red de historias y emociones únicas. Mujer mágica no sólo pasaba de persona a persona, sino que alrededor de estos intercambios, se fueron construyendo y desarrollando historias personales y comunitarias, generando en ella una cosa mística."

Muchas historias se fueron dando en este proceso, y la gente empezó a querer tenerla. 

Un día llegó a la casa de una mujer joven con una enfermedad terminal, a quien le habían contado la historia de la obra de las personas que la iban adoptando. Ésta mujer se aferró mucho a la obra durante su tratamiento, y no podía lograr que la diera a la persona siguiente. Entonces la hermana me ofreció comprarla, y aunque esa no era mi idea, dadas las circunstancias se la cedí. La obra la acompañó 2 años más hasta el fallecimiento de la mujer. Mujer mágica hoy está en la casa de una amiga y entendí que ya su misión había terminado."

Marcela Guanciarrosa es una artista apasionada, una mujer que ha encontrado en el arte un espacio de expresión, conexión y transformación. Su historia nos inspira a perseguir nuestros sueños creativos, a no temer al caos y a encontrar la belleza en lo inesperado.

"Mi proceso creativo es como un baile entre el caos y la belleza", describe Marcela. "Comienza con una 'ansiedad por hacer', seguida de ideas que se materializan sobre el lienzo. Como dice la canción: 'sacar belleza de ese caos es virtud".

"El arte es una herramienta poderosa para conectar con las personas en sus niveles más profundos", afirma Marcela. "He tenido la oportunidad de trabajar con personas en situación de calle, bebés, personas ciegas e incluso niños en jardines de infantes, y he visto cómo el arte puede transformar vidas y cómo de alguna manera pareciera ser algo inherente en el ser humano".

Actualmente, Marcela se encuentra explorando el mundo del tarot y su simbología, buscando integrar este conocimiento a su obra artística.

"Mi próximo proyecto involucra la creación de jornadas interactivas donde las personas puedan pintar su propia obra a partir de un arcano del tarot elegido"

Y, celebrando el mes de la madre, queremos destacar su faceta como madre artista. Marcela ha compartido su pasión por el arte con sus hijos y su nieto, creando un legado familiar de creatividad y expresión.

“El mejor consejo que podría darle a alguien que empieza a sumergirse en el arte es que no espere al momento ideal para largarse a la aventura creativa, que es exactamente al contrario: cuando te largas las cosas se van acomodando a tu favor.”

¡Felicidades a todas las madres y artistas!