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Entrevistamos a Irene Garzie, artista española y embajadora de Arte Rodin.
¿Quién es Irene Garzie? @IRENEGARZIE
Irene Garzie es una mujer curiosa que se asoma a la vida a través de diferentes disciplinas artísticas para discernir su propia voz, en un mundo que grita, y encontrarse a sí misma.
Me titulé como Técnica Superior en Artes Plásticas y Diseño en Ilustración en el Ciclo Formativo de Grado Superior de Ilustración en el ESAD Serra I Abella de Hospitalet de Llobregat, y a día de hoy sigo complementando mi formación artística con talleres y cursos de distintas disciplinas, con distintos profesionales.
En mi obra, que abarca mayormente ilustración, dibujo, pintura, murales, fanzines y exposiciones (entre otras tantas inquietudes que me van surgiendo y que voy alimentando por el camino) se deja entrever la búsqueda por sacar a relucir el universo interior y la curiosidad por comprender el universo exterior. Siempre con la mirada un poco hacia fuera, siempre con la mirada un poco hacia dentro.
Como si de una hiedra se tratara, el discurso de mi obra nace de la oscuridad y se agarra en el soporte en busca de luz según broten mis emociones, y con ellas trabajo.
Cuéntanos un poco de tu arte, ¿cómo decidiste meterte de lleno en el mundo de las artes plásticas?
Cuando acabé el bachillerato artístico y descubrí el Ciclo Formativo de Grado Superior de Ilustración, me entusiasmé y me enamoré de inmediato. Supe en ese preciso instante que lo que quería hacer en la vida era aprender, dibujar y poder trabajar dibujando. Sabía que el camino no iba a ser fácil, pero estaba absolutamente convencida de que no quería y no podía hacer otra cosa que no fuera intentarlo y trabajar muy duro por ello. Tanto como fuera necesario.
Así que, no fue que me metí de lleno a este mundo, sino que me fui adentrando de forma orgánica, sin dejar de trabajar y de apasionarme por ello en ningún momento. Durante muchos años tuve que compaginarlo con otros trabajos en el sector de la hostelería. Estuve dos años trabajando de cocinera a jornada completa, un trabajo creativo en el que tenía también bastante libertad y que me aportó muchas cosas buenas, relacionadas sobre todo con la herencia del saber y del buen hacer de mis abuelas y abuelos. Pero, aunque fueron buenos, todos aquellos años me reafirmaron que lo que realmente quería era quedarme metida en mi estudio y trabajar sin interrupciones.
A lo largo de mi vida he aprendido mucho de todos los encargos y proyectos personales que he hecho, y lo mejor de este oficio es que nunca se deja de aprender (ya sea la técnica, la mirada, el discurso o la motivación del proyecto personal, lo que cambia).
ROYAL LANGNICKEL - PINCEL MENTA SERIE 78 y PAPEL YUPO MEDIUM CIRCULAR
¿Tienes algún ritual para llamar a la creatividad?
Cuando empiezo un nuevo proyecto, empiezo también una pequeña libreta donde voy aunando ideas, ya sean dibujadas o escritas, que tengan que ver con él. Anoto palabras y sus definiciones de diccionario, reflexiones, ideas abstractas que después voy concretando, símbolos y sus significados, etc. Cuando estoy perdida o atascada, acudo a la libreta para no perder el hilo.
También me ayuda leer, observar imágenes de los libros de historia del arte o de otros artistas contemporáneos, ir a museos, salir a pasear, dibujar del natural, charlar y debatir con mis amigas, amigos y colegas, o directamente improvisar y dejar que la técnica y el soporte me lleven a lugares nuevos que me hagan salir del molde.
¿Crees que es difícil, siendo mujer, abrirse camino en el mundo del arte?
Creo que es difícil ser mujer en el mundo, así que por regla de tres, es difícil también abrirse camino en el mundo del arte siéndolo. Se nos juzga y se nos valora de forma distinta que a los hombres (porque son ellos quienes han escrito la historia y nos la han dejado en herencia), pero no solo en el arte, sino en todo lo transversal a la sociedad.
Por suerte, hay espacios donde ser, aprender, nutrirse, deconstruirse, formarse y crecer libres de todos estos prejuicios, como el Taller La Madriguera (@tallerlamadriguera) de Paula Bonet. Allí dentro, ser mujer es una fortuna, y compartirse como tal, una suerte y un privilegio. Me siento muy afortunada de poder crear mi obra en lugares así y rodearme de tantas mujeres a las que admirar. El apoyo mutuo y sincero es imprescindible para cambiar e inter seccionar en la historia.
Me gustaría citar una de las frases que hay escritas por Paula en una de las paredes del taller, de Victoria Ocampo.
"Creo que nuestro trabajo será doloroso y que se le desconocerá. Pienso que debemos resignarnos a ello con humildad, pero con fe profunda en su grandeza y su fecundidad. Nuestras pequeñas vidas individuales contarán poco, pero todas nuestras vidas reunidas pesarán de tal modo en la historia que harán variar su curso."
¿Cuáles son los productos de Arte Rodin que más te han gustado?
Pues de momento mis productos favoritos son el papel Legion Yupo y las tintas Higgins. Nunca había visto un papel como ese, que sea 100% sintético y con tantísimas posibilidades de texturas y efectos, y con esa resistencia. No traspasa nada de tinta a través del papel, se queda todo en la superficie. Seguro que no es el único bloc que uso, me ha parecido increíble.
Respecto a las tintas Higgins, también me han encantado. Son súper saturadas y tienen una densidad que no se encuentra en cualquier tinta cuando se trata de color.
Las acuarelas ShinHan también me parecen maravillosas, la saturación del pigmento y la densidad que tienen permiten tanto pintar más opaco o aguarlas muchísimo. Tengo muchas ganas de experimentar con ellas en más trabajos. Las he probado en el papel Grumbacher de Acuarela y también me parecen súper resistentes y absorbentes.
Y por último, los gouaches ShinHan, ¡es el mejor kit que he probado, espero hacer grandes obras con ellos! Ya tengo pensada una serie de pinturas con las que sé que voy a disfrutar muchísimo.
¿Cuál ha sido tu experiencia como embajadora de Arte Rodin?
El hecho de ser embajadora de un proyecto cuya preocupación es distribuir material artístico de la mejor calidad del mercado actual me enorgullece enormemente. Me proporciona herramientas para conocer nuevos materiales y enriquecer mi obra que de otro modo no sería posible. Estoy muy contenta de formar parte de la familia de Arte Rodin, y entusiasmada por probar y crear con vuestros materiales trabajos nuevos que, como antes he dicho, me ayuden a llegar a lugares que todavía desconozco para poder salir del molde y de lo hermético de los patrones conocidos y las costumbres.
Se abre ante mí un nuevo abanico de posibilidades a través del soporte y de la técnica gracias a vosotros, así que, ¡feliz y agradecida!
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